No fue un martes más en la vida de Sportivo Desamparados. Es que luego de la motivante victoria en Atlanta, las aguas parecían calmas de cara al choque contra el líder, Instituto de Córdoba, pero todo se complicó. Y recién en final de la jornada, la gestión personal del propio gobernador José Luis Gioja, frenó todo y quedó decidido que el partido se jugará en el Estadio del Bicentenario.
Cuando se planteó la posibilidad de trasladar la localía a cancha de Trinidad a raíz de los trabajos de resembrado del piso en el estadio de Pocito, la negativa desde AFA empezó a complicar las cosas. Es que el estadio de Trinidad no había sido ofrecido en tiempo y forma como sede alternativa para los partidos de Desamparados, ya que la dirigencia informó en su momento que los escenarios propuestos eran el Estadio del Bicentenario y la cancha de Sportivo. Sin Trinidad como alternativa, surgieron dos posibilidades que merecieron un profundo análisis de la dirigencia, de la Policía y también del Gobierno.
La primera opción era trasladar el partido a Mendoza y jugar como locales en el “Malvinas Argentinas”. La dirigencia puyutana puso en la mesa de discusión los costos operativos de ese traslado a Mendoza, considerando que es día hábil y que el horario de las 17 no implica mucha convocatoria. Eso pesó para descartar esa chance mendocina pero también aportó la seguridad ya que el operativo policial tendría que ser de la Policía mendocina y considerando la rivalidad que existe con Independiente Rivadavia, no era lo más aconsejable llevar a Desamparados a ese terreno.
La otra opción, que murió antes de nacer, fue la de llevar el partido a cancha de San Martín. Pero en este punto, el análisis pasó por evitar enfrentamientos estériles y tener que montar un megaoperativo policial que previniera cualquier disturbio. Esa chance quedó descartada de inmediato. Sonó también la posibilidad de ir a San Luis, al estadio de La Punta, pero la lejanía conspiró y esa opción quedó en nada. Casi acorralados, la gestión se encaró entonces a las más altas esferas del Gobierno y fue la propia gestión del gobernador la que destrabó el tema porque se decidió retrasar el trabajo de resembrado en el Bicentenario, y Sportivo lo podrá utilizar ante Instituto.
Luego, sí tendrá que trasladar su localía para recibir a Brown de Puerto Madryn. No fue un día fácil en Sportivo que al final no sale del Bicentenario, aunque en el mismo día haya cambiado de cancha varias veces.
Cuando se planteó la posibilidad de trasladar la localía a cancha de Trinidad a raíz de los trabajos de resembrado del piso en el estadio de Pocito, la negativa desde AFA empezó a complicar las cosas. Es que el estadio de Trinidad no había sido ofrecido en tiempo y forma como sede alternativa para los partidos de Desamparados, ya que la dirigencia informó en su momento que los escenarios propuestos eran el Estadio del Bicentenario y la cancha de Sportivo. Sin Trinidad como alternativa, surgieron dos posibilidades que merecieron un profundo análisis de la dirigencia, de la Policía y también del Gobierno.
La primera opción era trasladar el partido a Mendoza y jugar como locales en el “Malvinas Argentinas”. La dirigencia puyutana puso en la mesa de discusión los costos operativos de ese traslado a Mendoza, considerando que es día hábil y que el horario de las 17 no implica mucha convocatoria. Eso pesó para descartar esa chance mendocina pero también aportó la seguridad ya que el operativo policial tendría que ser de la Policía mendocina y considerando la rivalidad que existe con Independiente Rivadavia, no era lo más aconsejable llevar a Desamparados a ese terreno.
La otra opción, que murió antes de nacer, fue la de llevar el partido a cancha de San Martín. Pero en este punto, el análisis pasó por evitar enfrentamientos estériles y tener que montar un megaoperativo policial que previniera cualquier disturbio. Esa chance quedó descartada de inmediato. Sonó también la posibilidad de ir a San Luis, al estadio de La Punta, pero la lejanía conspiró y esa opción quedó en nada. Casi acorralados, la gestión se encaró entonces a las más altas esferas del Gobierno y fue la propia gestión del gobernador la que destrabó el tema porque se decidió retrasar el trabajo de resembrado en el Bicentenario, y Sportivo lo podrá utilizar ante Instituto.
Luego, sí tendrá que trasladar su localía para recibir a Brown de Puerto Madryn. No fue un día fácil en Sportivo que al final no sale del Bicentenario, aunque en el mismo día haya cambiado de cancha varias veces.
Entradas
Sabiendo del interés que despierta la sola presencia del líder de la B Nacional, la dirigencia de Sportivo diagramó un sistema de venta anticipadas de localidades que comenzará este viernes en la sede del club.
Rapallini el Juez
Tal como lo diagramó la AFA, Fernando Rapallini será el juez del partido entre Desamparados e Instituto del próximo lunes. Para Sportivo será otra experiencia con un árbitro que lo dirija por primera vez en la temporada, tal cual ocurrió en la fecha anterior con Maximiliano Stevenot que arbitró frente a Atlanta.
Esperando al Puntero
La semana arrancó con doble turno para el plantel de Sportivo Desamparados que ya se metió en el operativo Instituto para tratar de volver al triunfo como local tras varias fechas. El técnico Ricardo Dillon dispuso de una agenda doble para ayer y también para hoy, considerando que será una semana larga para el trabajo. En las buenas noticias que acompañan al trabajo se anota la posibilidad de contar otra vez con Federico Rosso, quien ya cumplió con su suspensión, mientras que sigue siendo buena la evolución de Fernando Fontana, lo que lo llevaría a estar a disposición del cuerpo técnico.
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