Después de tanto esperar se le dio el gol. Gonzalo Parisi llegó como refuerzo para este semestre con la meta de tapar uno de los déficit que tenía Desamparados. En los primeros cinco partidos que jugó no se le dio, pero el domingo pasado pudo quebrar la racha ante Atlanta, en el triunfo conseguido por los dirigidos por Dillon por 2 a 1 ante un rival directo en la lucha por permanecer en la B Nacional. “Contento por el gol y porque ganamos. El empate no era malo, pero llegó todo. Tenía que estar tranquilo, cuando me fui de acá a Platense también fui de a poco, en Maipú al principio tampoco la metía. Por eso no me desesperaba, uno trata de tomar las cosas con calma y hacer oído sordo a las cosas que dicen”, comenzó diciendo el delantero de 26 años.
“Uno ve jugadores de Primera que pasan por rachas donde no la meten, como por ejemplo (Santiago) Silva. Si le damos importancia a todo lo que se dice está complicado. En Platense cambiamos cuatro veces de técnico y los resultados eran los mismos, por eso la culpa no es del entrenador, sino de nosotros. Hay que ser realista. Cada vez en el fútbol es más difícil, y más para un delantero que está obligado a hacer goles. Lo que la gente tiene que entender es que somos seres humanos y que la racha donde no entra la tienen en Europa, sacando a Messi. Pero entiendo a los que pagan la entrada y nos recriminan”, agregó el pampeano.
Parisi decidió volver a San Juan, donde había tenido una buena experiencia en la temporada 09-10, cuando el por entonces entrenador Jorge Vázquez decidió traerlo tras haberlo visto jugar en Pascanas, una Liga del interior cordobés. Ese año fue el goleador del equipo que terminó dirigiendo Dillon.
“Cuando estaba en Maipú me querían llevar a Patronato pero elegí venir a Desamparados porque fue el club que me abrió las puertas para que mi nombre sea conocido. Tengo que agradecer muchísimo, la vez anterior lo hice con goles, espero ahora repetir”, declaró el Toro.
Con respecto al objetivo de aquí hasta el final del campeonato el atacante fue claro. “Quedarnos en la categoría sería como un ascenso más. Siempre los primeros años cuestan. Hay que mantenerse al principio y crecer de a poco, la institución va tomando confianza en todo sentido, en lo económico, en los jugadores, salir y quedar afuera de todo va a ser un gran logro”.
Por último opinó respecto a un dilema futbolístico de vieja data, convertir o jugar bien, que es lo importante para un delantero: “A la gente no le importa como uno juegue sino que convierta. Contra Atlanta no fue mi mejor encuentro pero por suerte se me dio. La prensa me elogió en los partidos anteriores aunque no convirtiera. Voy a ser honesto, contra Atlanta no me gustó como jugamos, fue muy friccionado, con mucho choque, pero prefiero jugar mal y hacer goles, porque para eso me trajeron. También prefiero que el equipo juegue mal y yo no convertir pero que ganemos y nos quedemos en el Nacional B”.
“Uno ve jugadores de Primera que pasan por rachas donde no la meten, como por ejemplo (Santiago) Silva. Si le damos importancia a todo lo que se dice está complicado. En Platense cambiamos cuatro veces de técnico y los resultados eran los mismos, por eso la culpa no es del entrenador, sino de nosotros. Hay que ser realista. Cada vez en el fútbol es más difícil, y más para un delantero que está obligado a hacer goles. Lo que la gente tiene que entender es que somos seres humanos y que la racha donde no entra la tienen en Europa, sacando a Messi. Pero entiendo a los que pagan la entrada y nos recriminan”, agregó el pampeano.
Parisi decidió volver a San Juan, donde había tenido una buena experiencia en la temporada 09-10, cuando el por entonces entrenador Jorge Vázquez decidió traerlo tras haberlo visto jugar en Pascanas, una Liga del interior cordobés. Ese año fue el goleador del equipo que terminó dirigiendo Dillon.
“Cuando estaba en Maipú me querían llevar a Patronato pero elegí venir a Desamparados porque fue el club que me abrió las puertas para que mi nombre sea conocido. Tengo que agradecer muchísimo, la vez anterior lo hice con goles, espero ahora repetir”, declaró el Toro.
Con respecto al objetivo de aquí hasta el final del campeonato el atacante fue claro. “Quedarnos en la categoría sería como un ascenso más. Siempre los primeros años cuestan. Hay que mantenerse al principio y crecer de a poco, la institución va tomando confianza en todo sentido, en lo económico, en los jugadores, salir y quedar afuera de todo va a ser un gran logro”.
Por último opinó respecto a un dilema futbolístico de vieja data, convertir o jugar bien, que es lo importante para un delantero: “A la gente no le importa como uno juegue sino que convierta. Contra Atlanta no fue mi mejor encuentro pero por suerte se me dio. La prensa me elogió en los partidos anteriores aunque no convirtiera. Voy a ser honesto, contra Atlanta no me gustó como jugamos, fue muy friccionado, con mucho choque, pero prefiero jugar mal y hacer goles, porque para eso me trajeron. También prefiero que el equipo juegue mal y yo no convertir pero que ganemos y nos quedemos en el Nacional B”.
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