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lunes, 27 de junio de 2011

"Porque nos vamos al Nacional"

Los seis minutos que adicionó Pompei parecieron una eternidad. El gol de Reinoso a los 20' del complemento desató la euforia, pero el empate tucumano a los 33' le puso dramatismo. Pero el final llegó al ritmo del "Vamos Desamparados, sólo quiero el ascenso y copar el Pueblo Viejo...". La fiesta explotó en Puyuta, las lágrimas se apoderaron de los hinchas que divididos en dos grupos y lejos de donde estaban jugando su héroes, vieron en las dos pantallas gigantes que estaban montadas en el club y la otra, a tres cuadras, en la plaza de Desamparados. Sportivo estaba en la B Nacional, el sueño se transformó en realidad y por esas leyes que los visitantes no pueden asistir a los partidos, el pueblo verde y blanco debió conformarse con verlo por tele, como para agregarle mayor dramatismo a la definición.

Tanta contención, hizo que por momentos se olvidaron del canto y sufrieron con cada pelota que controló Aguiar. La fiesta estaba cerca, pero había que esperar. En el club, más de 400 hinchas lo vieron. En la plaza el número de triplicó. Todos juntos por el mismo fin.

El "Flaco" Dillon, ex técnico de Sportivo, fue hasta la plaza de Desamparados. En la cancha, Emanuel Guirado, quien también acaba de ascender a la B Nacional con Brown de Puerto Madryn, se prendió al festejo porque el club de sus amores dio el salto de categoría que siempre buscó.

La distancia que los separaba de Tucumán no fue impedimento para desatar la alegría, los abrazos y el sueño concretado. El "imaginate ahora cuando juguemos con River", sabiendo que ya el logro se consumó.

En la plaza, las puertas de la Basílica de Desamparados estaban abiertas, y mientras el partido transcurría varios ingresaban para pedir por su equipo. Tanto suplicio y sufrimiento reventó cuando Pompei señaló el final. Bombas de estruendo y la locura desatada llegaron.

En el club la alegría los desbordó, en la plaza el grito de campeón sonó. Y luego, todos juntos, más aquellos que se sumaron para el festejo final en la cancha, donde se gestó este equipo, llegaron a ser más de 4.000. Vuelta olímpica, otros colgados del alambrado, los menos eufóricos en la platea alta, y por supuesto el llanto, otros tirados besando el césped, y todos felices, porque en Puyuta el grito triunfal sonó y porque aquel canto durante toda la temporada se hizo realidad, porque Desamparados ascendió y como gritaron los hinchas "porque nos vamos al Nacional".

Fuente: Diario de Cuyo 

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