En la vida de los futbolistas, cada ciudad es su casa. Son gajes del oficio que los convierten en errantes deportistas que buscan raíces en cada club por donde pasan. Para Alejandro Schiaparelli, la incorporación 15 de Sportivo Desamparados, San Juan se convirtió en su casa. Así lo siente y así lo maneja, justificando en esa elección, la decisión de convertirse en un sanjuanino más. En 2005 se alejó de San Juan tras una gran campaña en San Martín. Empezó a desandar caminos y países llegando a jugar en el fútbol de Chile (La Serena) hasta recalar en Bolivia. Allí, en el fútbol boliviano Schiaparelli escribió una historia particular que le puso la camiseta de la selección de Bolivia en varios amistosos aunque una lesión lo dejó con las ganas de jugar la Copa América. Estuvo a un paso de nacionalizarse pero faltaba una firma.
En mayo dejó el Oriente Petrolero y a los 32 años, Alejandro confiesa que pensó en el retiro: “En enero me operaron de la rodilla derecha. Estuve en Oriente hasta el final de la temporada y en un momento pensé en dejar el fútbol. Es que si la rodilla no responde, no había necesidad de insistir. Pero apareció la chance de Sportivo, de instalarnos en San Juan con mi esposa y mi nena y la decisión fue sencilla entonces. Hasta ahora, en la pretemporada me he sentido muy bien y no hubo problemas con la rodilla así que es muy bueno el momento que estoy viviendo. Fue una buena elección llegar a Desamparados”.
En plena pretemporada y después de varios clubes y planteles compartidos, Schiaparelli se anima a analizar al nuevo Sportivo: “Es un grupo muy sencillo. De gente humilde, que trabaja muy duro y que se está preparando para dar batalla en un certamen muy competitivo. Es un buen plantel que está para hacer muy bien las cosas”.
Finalmente, Schiaparelli se confesó feliz por haber elegido San Juan para radicarse definitivamente: “Esta provincia me dio mucho y vivir acá es una de mis mejores decisiones”.
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