Sin margen de error y sabiendo que las posibilidades dependen de un triunfo, hoy Desamparados se jugará una carta pesada en su pelea por la permanencia, cuando visite a Atlético Tucumán -desde las 16- en la penúltima fecha de la Primera B Nacional. Desamparados ya no depende de si mismo para zafar del descenso directo y por eso hoy, además de lograr un resultado positivo en el Monumental tucumano, tendrá que especular con resultados ajenos como los de Atlanta, Chacarita y Brown de Madryn, que lejos todavía, está en peligro al igual que Huracán. Desamparados no puede regalar nada más. Con esa consigna tendrá que tratar de repetir la producción del domingo pasado cuando venció a Aldosivi de Mar del Plata, jugando tal vez uno de sus mejores partidos en la temporada.
PAra buscar esta victoria, Arzubialde decidió repetir el esquema y los nombres que terminaron ganando la fecha anterior. El nuevo modelo incluye la línea de tres en defensa donde Ariel Barth y Martín Bidal son stoppers y Diego Calgaro se para como líbero. En el medio, los volantes externos son Fernando Fontana y Augusto Alvarez, mientras que por el centro Hernán Lamberti y Emmanuel Campo se multiplican en recuperación, salida y llegada a posiciones ofensivas. El cordobés Jonatan Artura, que arrastró una pequeña molestia a lo largo de toda la semana, será el enganche y de su rendimiento dependerán mucho las chances de ser profundos en el ataque. Para atacar, la elección es de dos jugadores rápidos como Walter Cuevas y Santiago Ceballos. Esa será la apuesta de Desamparados. Al todo o nada.
Del otro lado estará el conflictuado fin de temporada de un Atlético Tucumán que arrancó el año para ser gran protagonista y hoy navega en un cierre cargado de problemas futbolísticos y extrafutbolísticos. En la cancha, Juan Manuel Llop pondrá lo mejor que tiene con algunos nombres de conocida trayectoria como Líder Marmol -ex San Martín-, Deivis Barone, Cesar Montiglio, Diego Barrado y Sebastián Longo. La propuesta tucumana desde lo táctico es con dos líneas de cuatro y dos puntas, tratando de ser profundos en cada ataque y muy sólidos en defensa.
Pero para Desamparados estos detalles ya no cuentan. Sportivo necesita una victoria para seguir creyendo. Nunca pudo con Atlético en Tucumán pero ahora se juega todo en sólo 90 minutos. Desamparados se quedó con una sola carta para terminar esta temporada y esa lo manda a ganar. Otra no le sirve. Un empate suma poco y una derrota está prohibida. Esa es su realidad.
PAra buscar esta victoria, Arzubialde decidió repetir el esquema y los nombres que terminaron ganando la fecha anterior. El nuevo modelo incluye la línea de tres en defensa donde Ariel Barth y Martín Bidal son stoppers y Diego Calgaro se para como líbero. En el medio, los volantes externos son Fernando Fontana y Augusto Alvarez, mientras que por el centro Hernán Lamberti y Emmanuel Campo se multiplican en recuperación, salida y llegada a posiciones ofensivas. El cordobés Jonatan Artura, que arrastró una pequeña molestia a lo largo de toda la semana, será el enganche y de su rendimiento dependerán mucho las chances de ser profundos en el ataque. Para atacar, la elección es de dos jugadores rápidos como Walter Cuevas y Santiago Ceballos. Esa será la apuesta de Desamparados. Al todo o nada.
Del otro lado estará el conflictuado fin de temporada de un Atlético Tucumán que arrancó el año para ser gran protagonista y hoy navega en un cierre cargado de problemas futbolísticos y extrafutbolísticos. En la cancha, Juan Manuel Llop pondrá lo mejor que tiene con algunos nombres de conocida trayectoria como Líder Marmol -ex San Martín-, Deivis Barone, Cesar Montiglio, Diego Barrado y Sebastián Longo. La propuesta tucumana desde lo táctico es con dos líneas de cuatro y dos puntas, tratando de ser profundos en cada ataque y muy sólidos en defensa.
Pero para Desamparados estos detalles ya no cuentan. Sportivo necesita una victoria para seguir creyendo. Nunca pudo con Atlético en Tucumán pero ahora se juega todo en sólo 90 minutos. Desamparados se quedó con una sola carta para terminar esta temporada y esa lo manda a ganar. Otra no le sirve. Un empate suma poco y una derrota está prohibida. Esa es su realidad.
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