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miércoles, 7 de diciembre de 2011

No todo está tan bien

Cuando parecía que por Puyuta se podía respirar tranquilo, no es así. El abandono que presentan las obras en cancha de Sportivo Desamparados, donde nunca debutó hasta ahora en la B Nacional- causan molestia a todos: hinchas, jugadores y cuerpo técnico quieren jugar en su cancha, pero por el momento las obras ni siquiera estarían para el reinicio de la temporada en febrero próximo. El fastidio se nota de lejos. El Estadio del Bicentenario, donde Sportivo hace de local -con capacidad para 25 mil personas- es cómodo en sus instalaciones, con un campo de juego espectacular, pero en donde hasta ahora no puede hacer pesar su localía.

En el aspecto futbolistico Desamparados no atraviesa por un mal momento, aunque tampoco es el mejor. El equipo dirigido por Marcelo Bonetto se encuentra hasta ahora fuera de la zona de descenso, pero hace varias fechas que no gana (la última vez fue frente a Quilmes de visitante) y lo más preocupante es la falta de peso ofensivo. En su última participación empató 0 a 0 y no contó con muchas chances de gol. Además, antes quedó eliminado de la Copa Argentina tras perder por 1 a 0, con un plantel alternativo donde tampoco contó con chances en el área contraria.


Otro agravante es la falta de delanteros con las que cuenta. La lesión de Walter Cuevas (distensión de ligamentos), le dio la chance de incorporar un delantero más. La elección del cuerpo técnico fue decidirse por Germán Gigena que en la fecha que debutó se desgarró. Entonces la cuenta de los delanteros disponibles se redujo a tres: Cavallo, Reinoso (ambos de características similares) y Santiago Ceballos. Éste último, es jugador surgido de las inferiores y que hoy por hoy no estaría siendo tenido en cuenta por Bonetto.


Si se toma en cuenta que la meta propuesta en un principio, -la de alcanzar los 25 puntos en la primera parte- ya es imposible de concretar- y que de los últimos doce puntos solo consiguió dos (uno de local y otro de visitante) la preocupación parece estar más latente que nunca.


Las obras en el Serpentario, que presentan un estado de abandono, es una alerta. Se tiró abajo la tribuna para construirla nuevamente, se removió el piso del campo de juego para resembrarlo, se tenían que terminar los camarines y el túnel y hasta ahora todo sigue igual o peor que hace casi seis meses atrás cuando Desamparados consiguió el ascenso a la B Nacional.


Mientras tanto, puertas afuera, todo parece ser todo normal. Aunque no es así. Se busca lugar para la pretemporada, todavía sin tener asegurada la continuidad del técnico. Su conflicto con Del Cero parece no tener fin, el jugador no es tenido en cuenta y muchos no estarían de acuerdo con que se dé la salida del jugador. Del Cero fue el capitán en el ascenso de Desamparados y ya suma su tercer temporada con los colores verde y blanco. Muchos dirigentes que se fueron, quieren volver. El presente de Desamparados no es el mejor. Es hora que alguien haga algo.

Fuente Por: Vanesa Chaparro. 

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