Las vueltas de la vida lo llevaron muy pequeño a Boca. Desde los 13 años que vive solo. Se fue a la pensión del equipo xeneize. Desde chico su familia supo que sería jugador de fútbol. Lo buscó, lo trabajó, pasó por mil y una para estar en primera. Siempre en el verde césped, Jonathan David Artura dejó el alma. A los 20 años desde Boca lo cedieron a la Católica de Quito, donde estuvo un año. Su estadía allí le permitió una formación nueva y sobre todo le dio la experiencia necesaria para volver a la Boca a buscar su lugar. Sin embargo el primer golpe fue duro. Lo pasaron a Talleres de Córdoba y de a poco empezó a ver que las ilusiones de jugar en primera se hacían añicos. Dificiles y complicados han sido los últimos dos años para el volante nacido en la capital cordobesa. Sólo él sabe lo que sufrió y lo que vivió. “Estuve un año y medio sin jugar por problemas que no viene al caso mencionarlo. Fue dificil dejar el fútbol porque me había preparado para vivir de esto. Pero a veces hay golpes que son duros. Me invitaron una vez a jugar al interior de Córdoba, me pagaban por partido y bien. Pero solo fui una vez porque me pegaron por todos lados. Y no fui más”.
La vida en el período 2009 y 2010 fue aún más complicado porque al no jugar había que vivir de algo, porque en la casa no sobraba la plata. “Trabajaba con mi tío colocando techos de madera en Córdoba hasta que un día me vio el presidente de Racing y me llevó a su club. Estuve casi seis meses para ponerme a punto porque hacía tiempo que no jugaba. Por suerte las cosas cambiaron y hoy me encuentro con un buen presente en Desamparados”, contó el cordobés que nació el 31 de marzo de 1987.
Nueve fechas han pasado y solo en tres partidos fue titular. El primero con Patronato y el segundo con Chacarita. Después volvió a estar entre los once recién el miércoles con Brown y por primera vez jugó los 90 minutos siendo la figura. “Ese es un tema que lo hablamos con Marcelo (Bonetto) sabía que estaba rindiendo más cuando entraba en el segundo tiempo. Pero creo que es una cuestión de confianza y la estoy consiguiendo gracias al técnico y sobre a todos a mis compañeros que me han ayudado mucho” relató el menor de los Artura. Jonathan está solo en San Juan, su familia compuesta por su madre Edith, su papá Juan Carlos y sus hermanos Santiago, Lucía y Milagros le hacen el aguante desde Córdoba. Eso es muy importante para el volante puyutano, aunque se acostumbró a la soledad desde chico. “Hoy estoy muy bien en Desamparados. Se que vamos a andar bien y cumpliremos con el objetivo que se ha planteado la dirigencia y nosotros también, que es mantener la categoría. En el futuro, Dios dirá. Ojalá tenga la suerte de jugar en primera, eso es una deuda pendiente que espero saldar pronto”.
Si mantiene el nivel, si logra afianzarse en la categoría al ritmo que trae y sobre todo porque tiene mucho más para dar, Jonathan David Artura será de primera en breve.
La vida en el período 2009 y 2010 fue aún más complicado porque al no jugar había que vivir de algo, porque en la casa no sobraba la plata. “Trabajaba con mi tío colocando techos de madera en Córdoba hasta que un día me vio el presidente de Racing y me llevó a su club. Estuve casi seis meses para ponerme a punto porque hacía tiempo que no jugaba. Por suerte las cosas cambiaron y hoy me encuentro con un buen presente en Desamparados”, contó el cordobés que nació el 31 de marzo de 1987.
Nueve fechas han pasado y solo en tres partidos fue titular. El primero con Patronato y el segundo con Chacarita. Después volvió a estar entre los once recién el miércoles con Brown y por primera vez jugó los 90 minutos siendo la figura. “Ese es un tema que lo hablamos con Marcelo (Bonetto) sabía que estaba rindiendo más cuando entraba en el segundo tiempo. Pero creo que es una cuestión de confianza y la estoy consiguiendo gracias al técnico y sobre a todos a mis compañeros que me han ayudado mucho” relató el menor de los Artura. Jonathan está solo en San Juan, su familia compuesta por su madre Edith, su papá Juan Carlos y sus hermanos Santiago, Lucía y Milagros le hacen el aguante desde Córdoba. Eso es muy importante para el volante puyutano, aunque se acostumbró a la soledad desde chico. “Hoy estoy muy bien en Desamparados. Se que vamos a andar bien y cumpliremos con el objetivo que se ha planteado la dirigencia y nosotros también, que es mantener la categoría. En el futuro, Dios dirá. Ojalá tenga la suerte de jugar en primera, eso es una deuda pendiente que espero saldar pronto”.
Si mantiene el nivel, si logra afianzarse en la categoría al ritmo que trae y sobre todo porque tiene mucho más para dar, Jonathan David Artura será de primera en breve.
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