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martes, 26 de octubre de 2010

Mismo modelo pero otro relleno

Que Darío Tempesta va a morir en la suya, era sabido. Que su modelo va a subsistir mientras esté al frente de Sportivo Desamparados pero claro, tres partidos sin ganar, con dos derrotas consecutivas, llenaron de interrogantes el buen comienzo de un plantel que con muy poco gol, logró una cantidad de puntos que asombró a más de uno. El modelo, ese 4-4-2 del que no se separó nunca el entrenador puyutano no sufrió alteraciones en su forma pero si en su fondo. Con un solo nombre para que se produjera: Hernán Lamberti. Polifuncional, el ex-Antoniana se adaptó a la posición inicial y durante 8 juegos de ser lateral por la derecha. Ofrecía marca, despliegue, llegada y media distancia. Pero claro, estaba contenido, desperdiciado. Tempesta probó con Martín Bidal como socio de Emmanuel Campo en el centro del campo, luego la apuesta fue a Matías Garrido, más tarde se jugó por Miguel Guirado y posteriormente, la elección fue Darío Rodríguez. Cuatro ofertas absolutamente diferentes en técnica y táctica. Por un lado, Garrido y Guirado mucho más proclives al fútbol vertical, mientras que Bidal y Rodríguez más adaptados para la contención y el resguardo defensivo del equipo. Ninguno le entregó lo que quería: generación. Un punto clave para poder aprovechar a los delanteros, aclarando que Tempesta también buscó variantes combinando todas las duplas de delanteros posibles y utilizando a Gastón Leva, Emanuel Reinoso, Cristian Pérez y Santiago Ceballos. No encontró las respuestas. Las siguió buscando y en la previa al viaje a San Luis, Hernán Lamberti terminó siendo la solución.

Con Lamberti en el centro, la tarea colectiva de todo Desamparados encontró claridad para moverse. Desde la proyección ahora profunda de los laterales como Gerardo Corvalán y Omar Díaz quienes acertaron en los tiempos para sumarse al ataque, bien alimentados por el juego a un solo toque de Lamberti. Eso fue clave para abrir a Estudiantes. Cuando Sportivo pudo ir por afuera y bien profundo, generó peligro en serio. Pero la labor de Lamberti también influyó especialmente en el funcionamiento de los volantes. Garrido encontró el socio para ir y buscar la respuesta, mientras que Augusto Alvarez se acomodó mejor en la cancha, jugando e incidiendo en el funcionamiento de Sportivo como nunca lo había logrado en toda la temporada. Lamberti manejó los tiempos y la salida. Supo acelerar, supo frenar. Juego corto, juego largo. Todo el repertorio como para que Desamparados siempre supiera cómo entrar y por dónde entrar.

Tal vez, la mejor arista de la producción puyutana contra Estudiantes pasó por su ataque. Esta vez profundo, incisivo. Con mucha alimentación para sus puntas que volvieron a pecar de falta de contundencia, aunque luego quedó muy bien disimulado por los 3 goles en un mismo juego. Una cifra más que singular porque Desamparados había hecho 4 goles solamente en 9 partidos y en uno solo, marcó 3. Como dicen, los números nunca mienten y además de los 3 puntos, Sportivo encontró gol, funcionamiento, juego, sin apartarse del modelo pero cambiándole el relleno.

Sin descanso Tareas regenerativas para los que jugaron y fútbol reducido para los que no estuvieron ante Estudiantes marcó la agenda de trabajo de Sportivo que ayer no descansó. Ahora, resta confirmar si el choque contra Talleres iría por TV el domingo a las 11.

Fuente: Diario de Cuyo

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