Como pasó aquella vez contra Independiente Rivadavia, hoy a Sportivo Desamparados el debut como local en la Zona 2 del Argentino A le marca ser anfitrión de uno de los candidatos al ascenso. Por eso, y más allá de todo lo que hay en juego, cuando reciba a Juventud Unida Universitario no será un debut más. Será el gran examen para ver dónde está parado y para qué están sus ilusiones. A cancha llena, con toda la expectativa de saber que cuando comienza cada torneo el pueblo puyutano renueva sus esperanzas, Desamparados buscará su primer triunfo de la temporada, sabiendo que no será sencillo.
Con todos esos cuidados y apostando a lo que ya mostró en el arranque de la fecha pasada en Maipú de Mendoza donde bancó lo que tenía que bancar y luego jugó lo que tenía que jugar, Sportivo intentará plasmar en la cancha el convincente libreto de Tempesta, que habla de un equipo agresivo en las dos facetas del fútbol: la recuperación y la generación. Ese es su desafío. En la formación y después de lo que le ofreció en el segundo tiempo ante los mendocinos, el gran espaldarazo lo tiene Cristian Pérez que asomó desde el equipo local hasta ganarse la gran chance en el plantel superior. El otro cambio será para el estreno de Augusto Alvarez, un volante de mucho recorrido por la izquierda que ofrece marca y salida permanentemente. Con este ingreso, por el centro habrá más juego ya que el retraso de Matías Garrido a la zona de volante central le dará eso al equipo a partir de la calidad del ex-Peñarol. En el nuevo modelo de Sportivo, la arista más saliente tal vez esté en su solidez defensiva. Diego Aguiar, nuevo capitán, demostró temple y calma para achicar el arco, mientras que la pareja de los dos zagueros centrales son garantía absoluta.
Enfrente estará la ostentosa apuesta que hizo Juventud Unida. El equipo puntano consumó un proyecto al que le sobran recursos económicos para armar un plantel muy rico desde lo futbolístico. La llegada de Teté Quiróz no es un dato menor y habla de las expectativas con las que largó la temporada la Juve. En la cancha, nombres como los de Celso Esquivel (ex-San Lorenzo), Mario Pacheco, Oscar Negri (ex-Independiente Rivadavia), Claudio Husaín y Claudio Bustos (ex-Sportivo y Belgrano) dicen mucho de lo que este Juventud promete.
Con todos esos cuidados y apostando a lo que ya mostró en el arranque de la fecha pasada en Maipú de Mendoza donde bancó lo que tenía que bancar y luego jugó lo que tenía que jugar, Sportivo intentará plasmar en la cancha el convincente libreto de Tempesta, que habla de un equipo agresivo en las dos facetas del fútbol: la recuperación y la generación. Ese es su desafío. En la formación y después de lo que le ofreció en el segundo tiempo ante los mendocinos, el gran espaldarazo lo tiene Cristian Pérez que asomó desde el equipo local hasta ganarse la gran chance en el plantel superior. El otro cambio será para el estreno de Augusto Alvarez, un volante de mucho recorrido por la izquierda que ofrece marca y salida permanentemente. Con este ingreso, por el centro habrá más juego ya que el retraso de Matías Garrido a la zona de volante central le dará eso al equipo a partir de la calidad del ex-Peñarol. En el nuevo modelo de Sportivo, la arista más saliente tal vez esté en su solidez defensiva. Diego Aguiar, nuevo capitán, demostró temple y calma para achicar el arco, mientras que la pareja de los dos zagueros centrales son garantía absoluta.
Enfrente estará la ostentosa apuesta que hizo Juventud Unida. El equipo puntano consumó un proyecto al que le sobran recursos económicos para armar un plantel muy rico desde lo futbolístico. La llegada de Teté Quiróz no es un dato menor y habla de las expectativas con las que largó la temporada la Juve. En la cancha, nombres como los de Celso Esquivel (ex-San Lorenzo), Mario Pacheco, Oscar Negri (ex-Independiente Rivadavia), Claudio Husaín y Claudio Bustos (ex-Sportivo y Belgrano) dicen mucho de lo que este Juventud promete.
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