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martes, 14 de diciembre de 2010

Desamparados terminó un gran año tercero en la tabla general

A fines del mes de Mayo, la dirigencia de Sportivo Desamparados decidía darle una vuelta de tuerca a la historia reciente en cuanto a las elecciones de entrenadores y arreglaba la llegada del experimentado Darío Tempesta que un año antes conseguía el ascenso a la B Nacional con Patronato de Entre Ríos.
Con la intención de profesionalizar un poco más la vida institucional y deportiva del club, se eligió el proyecto del platense y comenzó a trabajarse en torno a éste.
Como el 2010 fue año mundialista, hubo tiempo suficiente como para que los refuerzos fueran llegando. La pretemporada arrancó el 28 de junio, más de un mes antes del inicio del torneo 2010/2011.
Martín Bidal, Diego Aguiar, Mauro Astrada, Gerardo Corvalán, Ariel Barth, Lisandro Beratz, Augusto Alvarez, Alfredo Ramírez Silva, Santiago Ceballos, Cristian Pérez, Gastón Leva, Emanuel Reynoso fueron los refuerzos que se incorporaron al puyutano, mientras que Hernán Lamberti y Mauricio Del Cero decidieron quedarse una temporada más junto al resto del plantel.
No fue fácil el inicio del campeonato, si bien los resultados se daban, los goles no aparecían y el rendimiento de mitad de cancha para adelante no conformaba. De a poco volvían los fantasmas del comienzo de la temporada anterior, cuando con Vásquez, los goleadores tampoco la embocaban.
Hasta que llegó el triunfo con Alumni. En casa, el 2 a 0 lo marcó el jachallero Pérez, transformándose en el primer delantero en convertir. Pero después de esa victoria, llegaron dos derrotas consecutivas y la paciencia de algunos se empezaba a acabar.
Tempesta había logrado una disciplina defensiva poca veces vista en Desamparados. El orden reinaba, Aguiar daba seguridad en el fondo, Barth era figura en cada partido, Garrido comenzaba a crecer, pero todavía faltaba.
Y ese “algo” apareció en la fecha 10º contra Estudiantes de Río IV. Tras el 0 a 0 ante Juventud de San Luis, el DT decidió mandar a Lamberti a la mitad de cancha para que arme la dupla de volantes centrales con Emmanuel Campo. Gerardo Corvalán ocupó su lugar por el sector derecho de la defensa y de esa manera se forjó uno de los mejores partidos del año. Terminó 3 a 1 con dos tantos de Emanuel Reynoso, el mendocino que hasta el momento no había podido convertir.
Después de esa victoria, solo llegaron más resultados positivos, el rendimiento creció notablemente y Desamparados completó la ronda sin derrotas.
Pero, increíblemente, los hechos extrafutbolísticos opacaron en gran medida ese excelente momento. La situación económica del club, no era, ni es, la mejor y los jugadores lo hicieron saber. Problemas con los sueldos, con las concentraciones y los viajes fueron desgastando la relación entre el entrenador y la dirigencia hasta que Tempesta dijo basta.
“Me voy el 12 de diciembre tras el partido con Estudiantes”, anunció el buen DT pero los directivos prefirieron cortar por lo sano y anticipar su salida, a pesar de los resultados.
Edgardo Herrera tomó la posta y siguió por la buena senda. El equipo no se resintió, consiguió una victoria histórica en Mendoza ante Maipú, un gran triunfo ante el poderoso equipo puntano dirigido por Teté Quiroz y un valioso empate en Río Cuarto, dejando a Sportivo segundo en la tabla de posiciones de la zona 2, con la valla menos vencida del campeonato y tercero en la tabla general.
Ahora será el turno de Alberto Naveda. El plantel quedó licenciado, Leva y Ramírez Silva dijeron adiós, y el Beto ya trabaja junto al presidente Jofré en la búsqueda de cuatro refuerzos para encarar la pretemporada (el 27 de diciembre) de cara a la segunda mitad del torneo, siempre con la mira puesta en el ascenso. 
 
Fuente: Sanjuan8

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