Se preparó con todo. Hizo una pretemporada impecable y en la previa del comienzo del Argentino A, Matías Garrido sabía que no estaba entre los 11 de arranque. Pero el fútbol le abrió la puerta de la titularidad casi caprichosamente porque los problemas con la habilitación de Augusto Alvarez lo metieron en la primera formación inicial de Desamparados en el ciclo Tempesta. Desde ahí, todo fue responsabilidad de Matías. La rompió como volante externo ante Maipú en Mendoza y cuando parecía que no había más lugar entre los titulares, la lesión de Martín Bidal lo puso como uno de los volantes centrales del esquema puyutano. Garrido lo aceptó, jugó y cumplió contra Juventud de San Luis. Ahora, de cara a la expedición Río Cuarto, Matías admite que juega donde sea, siempre que esté adentro del equipo.
"Sinceramente me siento bien en las dos posiciones. Por ahí, jugando por el medio como volante central estoy más en contacto con el arco rival y a uno eso le gusta. Pero siempre trato de colaborar para mantenernos ordenados. Ese es mi trabajo y creo que valió la pena prepararme como me preparé para este momento más allá de que se haya dado por problemas de compañeros. Yo quiero jugar siempre y cuando tengo la chance no la puedo dejar pasar", contó Matías en pleno viaje a Río Cuarto.
Jugar en la cancha de Estudiantes no es nada nuevo para Garrido. En el torneo pasado estuvo ahí y comprobó el poderío como local del Celeste: "Ellos tienen una base que viene del ascenso del Argentino B y se conocen muy bien. Tratan la pelota muy bien y con su gente, se hacen muy fuertes. Pero nosotros tenemos que hacer lo que y mostramos en los dos primeros partidos como para seguir creciendo como equipo".
Hablando de este nuevo equipo que es Desamparados, Matías resumió en una sola palabra la principal virtud como conjunto: el orden. "La tranquilidad y el orden que se ve dentro de la cancha son claves para que hayamos comenzado como lo hicimos. Nosotros sabemos esperar nuestra oportunidad y cuando se da, no perdonamos. Eso, en un torneo tan competitivo como el Argentino A, te da resultados".
"Sinceramente me siento bien en las dos posiciones. Por ahí, jugando por el medio como volante central estoy más en contacto con el arco rival y a uno eso le gusta. Pero siempre trato de colaborar para mantenernos ordenados. Ese es mi trabajo y creo que valió la pena prepararme como me preparé para este momento más allá de que se haya dado por problemas de compañeros. Yo quiero jugar siempre y cuando tengo la chance no la puedo dejar pasar", contó Matías en pleno viaje a Río Cuarto.
Jugar en la cancha de Estudiantes no es nada nuevo para Garrido. En el torneo pasado estuvo ahí y comprobó el poderío como local del Celeste: "Ellos tienen una base que viene del ascenso del Argentino B y se conocen muy bien. Tratan la pelota muy bien y con su gente, se hacen muy fuertes. Pero nosotros tenemos que hacer lo que y mostramos en los dos primeros partidos como para seguir creciendo como equipo".
Hablando de este nuevo equipo que es Desamparados, Matías resumió en una sola palabra la principal virtud como conjunto: el orden. "La tranquilidad y el orden que se ve dentro de la cancha son claves para que hayamos comenzado como lo hicimos. Nosotros sabemos esperar nuestra oportunidad y cuando se da, no perdonamos. Eso, en un torneo tan competitivo como el Argentino A, te da resultados".
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