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martes, 29 de mayo de 2012

Su destino en manos ajenas

La última chance y estaba en juego nada más ni nada menos que su destino. Y claro, repitiendo viejos errores y confirmando que con actitud no alcanza, Sportivo Desamparados volvió a perder. Esta vez fue por 2-1 ante un limitado Huracán que no le perdonó errores. En los números, la derrota lo sepultó en el fondo de la tabla de los promedios pero, lo que es peor, lo dejó sin la chance de ser artífice de su propio destino porque de ahora en más, a Sportivo ya no le alcanzará con ganar sus propios partidos, sino que su ecuación de salvación dependerá de que otros no sumen. Así de compleja es su permanencia en la B Nacional. Casi, como que pende de un hilo. Con la fragilidad de un equipo que no encuentra las soluciones futbolísticas para salir de este momento y con la condena de un futuro cercano marcado por la frustración.

Quedan 3 partidos y la palabra que rodea Desamparados es milagro. Solamente así podría llegar a la salvación de jugar una Promoción pero con la fragilidad con la que se sigue mostrando en la cancha, su destino está más que amenazado. Dependía de Sportivo pero ahora ya no y eso, en esta pelea tan dura, no es poca cosa.

En el primer tiempo y sabiendo de sus necesidades, Sportivo planteó el partido que debía plantear ante Huracán. Le cortó caminos, lo esperó bien y con eso le alcanzaba para sostener el empate. Pero sobre los 25’ llegó el gol de Yacuzzi, de tiro libre. Y Desamparados ya no fue el mismo. Sintió el impacto. Le costó reacomodarse y recién en el final de esa primera etapa jugó algo más. Generó un par de opciones pero sin la contundencia indispensable para sostener la ilusión de un empate. Así, terminó sin nada en los primeros 45’.

En la segunda parte, el trámite no varió demasiado y Arzubialde decidió meter mano. Apostó a un perfil más ofensivo pero en este instante Pablo López sentenció la historia con el segundo gol de Huracán. El golpe fue grande y Sportivo se desordenó feo. Le perdonaron la vida. Es más, Diego Aguiar fue figura al sostener el 0-2 con tres tapadas monumentales. En el tramo final del partido, Sportivo fue más corazón que juego y con eso llegó al descuento de penal pero claro, no alcanzaría para nada.

Desamparados pende de un hilo. Esa es su realidad. En Huracán, perdió el partido y también la opción de ser dueño de su destino. Ahora, todo depende de resultados propios y también ajenos. Como para decir que las cartas ya están echadas en esta pelea por la salvación. 

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