De novela. Otro capítulo insólito y hasta lamentable en la vida de Sportivo Desamparados terminó de concretarse cuando la dirigencia de Sportivo decidió ofrecer todo el respaldo en forma unánime a la continuidad de Héctor Arzubialde, cuando apenas 4 horas antes ya tenían incluso un Plan B para su sucesión. Pero luego de este capítulo de marchas y contramarchas, los protagonistas principales de esta historia, Ricardo Salvá y Héctor Arzubialde, brindaron su versión de los acontecimientos que una vez más pusieron a Sportivo en consideración de todos y no por resultados deportivos.
Salvá quiso ser claro: ‘Era un momento en el que teníamos que poner a consideración de la directiva la continuidad del técnico o no. 8 partidos sin ganar, con pocas chances de salvación lo imponían. Pasó que en comisión se evaluaron las cosas y después de analizar que no toda la responsabilidad pasaba por Arzubialde porque lo vimos trabajar e intentar de todo, se resolvió por unanimidad darle nuestro respaldo para lo que resta del torneo’.
Ante la consulta de porqué hubo una charla con Gustavo Celani para que se hiciera cargo del equipo, el presidente aclaró: ‘A Celani se lo consultó si podía asumir esa responsabilidad y el dijo que si, que se sentía capacitado para hacerlo. Se lo consultó porque debíamos tener a mano un Plan B por si la directiva decidía desplazar a Arzubialde. Solamente eso’.
Del otro lado, el entrenador Héctor Arzubialde lo asumió con total tranquilidad: ‘Yo estuve trabajando el lunes como siempre. Sabía de la reunión de comisión y era consciente que mi continuidad dependía de sus decisiones. Con 8 partidos sin ganar, no podía pretender más. Yo estaba dispuesto a aceptar lo que ellos decidieran y sobre la 1 de la mañana me avisaron que tenía el respaldo y que seguía al frente del equipo. Yo lo acepté con la misma calma y hoy ya estoy otra vez trabajando en favor de la esperanza que aun tenemos’.
Consultados ambos protagonistas por la imposición de algunos nombres en el equipo o algunas desafectaciones, los dos negaron cualquier especie de ese tipo. Salvá lo explicó a su manera: ‘Hablamos con Arzubialde y le sugerimos que en el equipo se ponga a jugadores que verdaderamente estén comprometidos con la causa. Jugadores que sientan la camiseta y que sientan lo que es Desamparados. No hubo imposición de nombres, ni menos aún la decisión de desvincular a alguien’.
En Sportivo Desamparados no se viven los mejores días. Pasó otro capítulo de una historia que nada tiene que ver con el fútbol y que le complica su atmósfera. Arzubialde sigue al frente, la directiva lo respalda pero en el aire está esa sensación de que nada está claro.
Salvá quiso ser claro: ‘Era un momento en el que teníamos que poner a consideración de la directiva la continuidad del técnico o no. 8 partidos sin ganar, con pocas chances de salvación lo imponían. Pasó que en comisión se evaluaron las cosas y después de analizar que no toda la responsabilidad pasaba por Arzubialde porque lo vimos trabajar e intentar de todo, se resolvió por unanimidad darle nuestro respaldo para lo que resta del torneo’.
Ante la consulta de porqué hubo una charla con Gustavo Celani para que se hiciera cargo del equipo, el presidente aclaró: ‘A Celani se lo consultó si podía asumir esa responsabilidad y el dijo que si, que se sentía capacitado para hacerlo. Se lo consultó porque debíamos tener a mano un Plan B por si la directiva decidía desplazar a Arzubialde. Solamente eso’.
Del otro lado, el entrenador Héctor Arzubialde lo asumió con total tranquilidad: ‘Yo estuve trabajando el lunes como siempre. Sabía de la reunión de comisión y era consciente que mi continuidad dependía de sus decisiones. Con 8 partidos sin ganar, no podía pretender más. Yo estaba dispuesto a aceptar lo que ellos decidieran y sobre la 1 de la mañana me avisaron que tenía el respaldo y que seguía al frente del equipo. Yo lo acepté con la misma calma y hoy ya estoy otra vez trabajando en favor de la esperanza que aun tenemos’.
Consultados ambos protagonistas por la imposición de algunos nombres en el equipo o algunas desafectaciones, los dos negaron cualquier especie de ese tipo. Salvá lo explicó a su manera: ‘Hablamos con Arzubialde y le sugerimos que en el equipo se ponga a jugadores que verdaderamente estén comprometidos con la causa. Jugadores que sientan la camiseta y que sientan lo que es Desamparados. No hubo imposición de nombres, ni menos aún la decisión de desvincular a alguien’.
En Sportivo Desamparados no se viven los mejores días. Pasó otro capítulo de una historia que nada tiene que ver con el fútbol y que le complica su atmósfera. Arzubialde sigue al frente, la directiva lo respalda pero en el aire está esa sensación de que nada está claro.
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