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domingo, 6 de mayo de 2012

Desafío a la esperanza

Las cartas están echadas. Para Sportivo Desamparados el camino está marcado por 7 finales en las que el margen de error no existe y en el que pondrá su destino en juego. Lejos de esos famosos 50 puntos que necesita para zafar de todo peligro de descenso y metido en un mano a mano con dos de los ascendidos como Brown de Madryn y Atlanta, mirando de reojo lo que hagan La Lepra y Huracán, es el momento de ganar. Otra ya no le sirve. Está jugado y el arrastre de 9 fechas sin poder ganar en San Juan es un lastre que condiciona todos sus planes. Por eso hoy, cuando reciba a Quilmes, Sportivo tendrá que apostar todo a ganador. Esa es su jugada. Al todo o nada.

Sin margen para especulaciones y obligado a ganar el primero de los 4 partidos que le restan jugar como local, Desamparados buscará recomponer su imagen, reivindicarse ante su gente y recuperar su confianza. Esa es su búsqueda principal: volver a creer que se puede. Que las esperanzas existen y tienen peso y que todo, absolutamente todo, depende de Sportivo Desamparados. No será fácil. Quilmes, un grande de la categoría, perdió algunos escalones en la pelea por el ascenso pero aún tiene opciones y necesita puntos. Es un desafío. Tal vez la gran y una de las últimas pruebas de fuego para Desamparados.

En lo futbolístico, Desamparados volverá al modelo de las dos líneas de cuatro, sin enganche, desechando el intento que hizo en el clásico ante La Lepra que no dio resultados. En los nombres, habrán regresos importantes como los de Ariel Barth e Ignacio Anívole que se habían convertido en pilares del modelo puyutano pese a los malos resultados. Mientras que se producirá el debut de un jugador muy querido en el mundo de Sportivo como Gerardo Corvalán, quien fue clave en el ascenso y después se perdió toda la campaña por las secuelas del accidente de tránsito que lo sacó de las canchas por varios meses.

La propuesta de Sportivo tendrá que ser absolutamente ofensiva porque ya no solamente juega contra Quilmes sino que ya empiezan a tallar otros resultados y eso pesa. Claro que con un rival como Quilmes, el que se equivoca pierde.

No es fácil pero tampoco es imposible. Quedan 7 finales y para Sportivo es el momento de empezar a ganar para convencerse que se puede. Que la B Nacional no le queda grande.

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