Para presentar hoy a este clásico, hay que volver al pasado para recién mirar al futuro. Y si bien dicen que del pasado no se debe vivir, Desamparados-Independiente Rivadavia tiene su propia historia como para contradecir ese dicho. Y es que hoy, cuando se vean las caras, el clásico será de cuentas pendientes. Con rivalidad, con promesas de revancha.
Con todos los condimentos de un partido que no será uno más y que tal vez sea el partido del año para Sportivo y para su gente. Y como si fuera poco, se junta todo. Dos momentos muy diferentes en el torneo, dos necesidades muy similares desde los promedios por la permanencia y sa clásica rivalidad entre San Juan y Mendoza que el fútbol, caprichosamente, repitió varias veces en éstos últimos 15 días.
Desamparados, que viene de dos derrotas durísimas en las que no solamente perdió puntos, llega más que apurado al clásico. Bonetto, su entrenador, decidió meterle mano a la formación con 5 cambios buscando una reacción que es poco menos que indispensable. Cambia arquero y media defensa, retoca el mediocampo y arriba, vuelve a apostar por Emmanuel Reinoso, un delantero que parece debilidad para el entrenador puyutano. En el formato táctico no cambia nada porque sigue sin colocar un enganche definido y se juega por la dinámica de los dos volantes externos.
Del otro lado estará Independiente Rivadavia dirigido por Ricardo Dillon. Toda una paradoja porque el Flaco está más que identificado con los colores de Puyuta pero hoy estará al mando del gran enemigo de Sportivo en los últimos tiempos, con la mezcla de sensaciones que eso implica. En lo futbolístico, el presente de La Lepra es de franco ascenso porque hilvanó una serie de 5 partidos sin derrotas y eso lo sacó de la zona de Promoción y de toda amenaza de descenso, consolidando a un equipo que tiene nombres más que importantes pero que no había arrancado bien.
El clásico es el clásico y para Sportivo Desamparados es crucial como nunca. Por presente, por pasado y por futuro, contra Independiente Rivadavia, el Puyutano se juega mucho más que tres puntos.
Con todos los condimentos de un partido que no será uno más y que tal vez sea el partido del año para Sportivo y para su gente. Y como si fuera poco, se junta todo. Dos momentos muy diferentes en el torneo, dos necesidades muy similares desde los promedios por la permanencia y sa clásica rivalidad entre San Juan y Mendoza que el fútbol, caprichosamente, repitió varias veces en éstos últimos 15 días.
Desamparados, que viene de dos derrotas durísimas en las que no solamente perdió puntos, llega más que apurado al clásico. Bonetto, su entrenador, decidió meterle mano a la formación con 5 cambios buscando una reacción que es poco menos que indispensable. Cambia arquero y media defensa, retoca el mediocampo y arriba, vuelve a apostar por Emmanuel Reinoso, un delantero que parece debilidad para el entrenador puyutano. En el formato táctico no cambia nada porque sigue sin colocar un enganche definido y se juega por la dinámica de los dos volantes externos.
Del otro lado estará Independiente Rivadavia dirigido por Ricardo Dillon. Toda una paradoja porque el Flaco está más que identificado con los colores de Puyuta pero hoy estará al mando del gran enemigo de Sportivo en los últimos tiempos, con la mezcla de sensaciones que eso implica. En lo futbolístico, el presente de La Lepra es de franco ascenso porque hilvanó una serie de 5 partidos sin derrotas y eso lo sacó de la zona de Promoción y de toda amenaza de descenso, consolidando a un equipo que tiene nombres más que importantes pero que no había arrancado bien.
El clásico es el clásico y para Sportivo Desamparados es crucial como nunca. Por presente, por pasado y por futuro, contra Independiente Rivadavia, el Puyutano se juega mucho más que tres puntos.
Caras conocidas
No hay comentarios:
Publicar un comentario