Hay fechas que quedan marcadas en la historia y este viernes 12 de agosto quedará tan grabado en la memoria del pueblo de Sportivo Desamparados como ese 10 de septiembre de 1919, cuando nació como club para instalarse y crecer hasta lo que es hoy: uno de los clubes de mayor popularidad en San Juan.
Esas fechas no se olvidan más y para la gente puyutana, fiel y consecuente como pocas, este viernes 12 de agosto de 2011 no se les olvidará jamás. Y es que hoy, cuando reciba a Patronato de Paraná en el primer partido de la temporada 2011-12 de la B Nacional, se cerrará un ciclo de más de 7 años de ilusiones, angustias, penas y sensaciones encontradas. Se concretará, finalmente, el paso de una B a la otra B.
Y claro, para entender todo esto, bueno será remontarse en la historia reciente de Sportivo Desamparados. Un Sportivo que tocó fondo en San Juan cuando descendió a la B local y remontó en dos temporadas su regreso al círculo privilegiado de la A. Ahí, empezó su resurrección. Primero fue clasificar al Torneo Argentino B y con Ricardo Dillon como técnico, hilvanó una campaña sensacional que solamente supo de una sola derrota hasta llegar a la finalísima para subir al Argentino A contra Rosario Puerto Belgrano. Fue paliza en Punta Alta y fiesta en Puyuta. Ese 29 de mayo del 2004 había dado el primer paso grande.
Luego llegó el tramo de los Argentinos A y el protagonismo. Jugó una final del Apertura contra Ben Hur de Rafaela y la perdió en su primera temporada en esa categoría. Había hecho pie y siguió peleando siempre arriba. Así, llegó otro día histórico: el 21 de diciembre de 2006 cuando conquistó el Apertura en la recordada final contra Santamarina de Tandil. Había que prepararse para la final por el ascenso en 2007 y los intrincados caminos del manejo del fútbol, lo dejaron sin nada y al borde del descenso. Había que volver a empezar y lo hicieron. Se rearmaron y la apuesta fue a ser protagonista aún dando ventajas desde lo presupuestario.
Llegó entonces la temporada 2010-11 y el momento tan esperado empezó a ser realidad. Se metió en el Nonagonal, se quedó en el camino y le tocó ir por la Promoción para intentar cerrar esa cuenta pendiente que tanto dolía. Fue pasito a pasito.
Dejó atrás a candidatos como Central Norte, Belgrano de San Francisco hasta toparse con un coloso del interior como San Martín de Tucumán y no se achicó. En ida y vuelta, le ganó en San Juan y le empató en Tucumán para sellar ese ansiado salto victorioso a la B Nacional.
Esas fechas no se olvidan más y para la gente puyutana, fiel y consecuente como pocas, este viernes 12 de agosto de 2011 no se les olvidará jamás. Y es que hoy, cuando reciba a Patronato de Paraná en el primer partido de la temporada 2011-12 de la B Nacional, se cerrará un ciclo de más de 7 años de ilusiones, angustias, penas y sensaciones encontradas. Se concretará, finalmente, el paso de una B a la otra B.
Y claro, para entender todo esto, bueno será remontarse en la historia reciente de Sportivo Desamparados. Un Sportivo que tocó fondo en San Juan cuando descendió a la B local y remontó en dos temporadas su regreso al círculo privilegiado de la A. Ahí, empezó su resurrección. Primero fue clasificar al Torneo Argentino B y con Ricardo Dillon como técnico, hilvanó una campaña sensacional que solamente supo de una sola derrota hasta llegar a la finalísima para subir al Argentino A contra Rosario Puerto Belgrano. Fue paliza en Punta Alta y fiesta en Puyuta. Ese 29 de mayo del 2004 había dado el primer paso grande.
Luego llegó el tramo de los Argentinos A y el protagonismo. Jugó una final del Apertura contra Ben Hur de Rafaela y la perdió en su primera temporada en esa categoría. Había hecho pie y siguió peleando siempre arriba. Así, llegó otro día histórico: el 21 de diciembre de 2006 cuando conquistó el Apertura en la recordada final contra Santamarina de Tandil. Había que prepararse para la final por el ascenso en 2007 y los intrincados caminos del manejo del fútbol, lo dejaron sin nada y al borde del descenso. Había que volver a empezar y lo hicieron. Se rearmaron y la apuesta fue a ser protagonista aún dando ventajas desde lo presupuestario.
Llegó entonces la temporada 2010-11 y el momento tan esperado empezó a ser realidad. Se metió en el Nonagonal, se quedó en el camino y le tocó ir por la Promoción para intentar cerrar esa cuenta pendiente que tanto dolía. Fue pasito a pasito.
Dejó atrás a candidatos como Central Norte, Belgrano de San Francisco hasta toparse con un coloso del interior como San Martín de Tucumán y no se achicó. En ida y vuelta, le ganó en San Juan y le empató en Tucumán para sellar ese ansiado salto victorioso a la B Nacional.
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