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lunes, 27 de junio de 2011

La obra maestra puyutana

Tenía que que ser el partido perfecto para poder lograr ese sueño que a tantos ilusionó en Puyuta. Tenía que ser el partido perfecto y Sportivo lo jugó así. Fiel a su libreto. Con orden, con simpleza y sin guardarse nada, sacó pecho en Tucumán y empató 1-1 en el segundo partido de la Promoción para arrebatarle el lugar en la B Nacional a un conflictuado San Martín. No le sobró nada a Desamparados pero lo suyo fue simplemente justicia. Porque en la cancha no se guardó absolutamente nada y ejecutó a la perfección su obra maestra.

En el comienzo, tal cual pintaba en la previa, San Martín salió furioso a presionar al conjunto sanjuanino. A los 7' el Ratón Ibáñez probó de media distancia y desviado. Era un aviso. Desamparados se acomodó y recién a los 11' pudo llegar con un remate de Garrido apenas desviado. San Martín insistió con pelotazos para el grandote Fernández y a los 16' el centrodelantero tuvo una que contuvo muy bien Aguiar. Pasaron esos primeros 20' y el partido empezó a acomodarse a las pretensiones de Desamparados. Corvalán y Lamberti hicieron pie y San martín ya no tuvo la misma libertad para soltar sus volantes y llegar con mucha gente. El plan de partido para Sportivo era esperar esa contra y a los 35' casi lo logra cuando Garrido y Pérez se asociaron en la réplica y el Negro Pereyra salvó con lo justo ante la llegada de Reinoso. Los primeros 45' estaban bajo control para Sportivo. Quedaba solamente bancar el segundo tiempo y jugar con la ansiedad del rival.

En el complemento, la apuesta de San Martín fue aún más ofensiva. El técnico Monzón mandó a Alexis Blanco a la cancha, atacando con tres y defendiendo con tres. Sportivo lo captó tácticamente en el aire y se adelantó quince metros en la cancha para empezar a complicarle la vida al local.

San Martín atacaba sin lastimar y para Sportivo la contra era una invitación al gol. Así a los 20' Garrido habilitó a Reinoso y el mendocino, pisando el área tucumana, metió una volea que venció con suspenso al arquero Lencina. La Ciudadela estaba enmudecida. Sportivo había dado el gran golpe. Ese mazazo se trasladó a las tribunas, donde ya no hubo aliento sino reproches. Sportivo en ese juego de pasiones se acomodó mejor en el campo de juego y esperó que el tiempo y la ansiedad tucumana hicieran el resto. A los 33' Alexis Blanco encontró esa pelota que tanto quiso toda la noche y, de media vuelta, venció a Aguiar para poner solamente algo de suspenso. Es que San Martín ya no tenía el mismo convencimiento y si fue al frente solamente lo hizo por el empuje de su gente. Desamparados empezó a sentirse en la B Nacional en esos 10' finales mostrando oficio, experiencia y aplomo para adormecer a un limitado rival que entendió, resignado, que llegar al gol era imposible. Llegó el final y Desamparados se abrazó como nunca a una hazaña. Su hazaña más gloriosa de su historia contemporánea. San Martín se quedó mirando la enorme actitud del equipo sanjuanino que siempre supo que para ascender tenía que ejecutar su obra maestra.

Fuente: Diario de cuyo

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