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martes, 28 de junio de 2011

La caravana mágica

“Abran paso. Transportamos héroes”. Es la inscripción que llevaba en el frente del colectivo que trajo al plantel de Desamparados que recién asciende a la B Nacional. Cómo héroes los recibieron los más de 600 hinchas que esperaron un largo tiempo en la Difunta Correa para recibir y festejar lo conseguido.

La llegada del colectivo al paraje de Vallecito se hizo esperar, hasta que finalmente a las 18 asomó con 12 jugadores arriba del techo y con Cristian Pérez flameando la bandera verde y blanca y saltando como loco arengando a sus hinchas, mientras cantaban apoyados por los Víboras que se acercaron hasta el lugar para dar comienzo a la caravana.

Luego de que el Profe Daniel Garay cumpliera con su promesa con la Difunta, a la que le dejó una camiseta, todos se encolumnaron detrás del colectivo verde y blanco, y comenzó el viaje con cinco cuadras de longitud de autos. Pero en el camino se fueron sumando más hasta llegar a la diagonal de Caucete en donde se sumaron más autos.

Una vez que abandonaron Caucete, se demoraron una hora en llegar al monumento al Gaucho en Santa Lucía en donde los esperaban 1.500 personas para sumarse al festejo y escoltar la autobomba que los trasladó hasta el mismísimo Serpentario. Ya de noche y con una caravana tan larga que hasta a la Policía le era dificultoso poder cuantificarla, comenzó el último tramo de la ruta 20 hasta Circunvalación. En esos kilómetros no sólo se sumaba más hinchas, sino que también las banquinas de la ruta estaban llenas de gente agradeciendo y festejando el ascenso.

Todo se intensificaba a medida que la caravana avanzaba y se acercaba a la cancha. Una vez que ingresó a la Circunvalación los hinchas esperando el paso triunfal de los jugadores, era masiva. El punto de mayor gente fue en el puente de la Circunvalación y Libertador en donde la autobomba con todos los jugadores atravesó mientras 500 personas los alentaban desde las alturas. Desde ese punto hasta la cancha, había sólo un callejón para que pasaran los vehículos y el resto de la calle estaba repleto de gente que corría hacia el estadio luego de verlos pasar.

A las 21 comenzaron a ingresar los jugadores al césped de la cancha en donde 6.000 mil personas los esperaban en el punto cúlmine de la caravana mágica. 

Promesa cumplida
Lo que era una promesa personal, terminó siendo grupal. Y el amarillo en las cabezas de varios jugadores resaltaba. No eran esos raros peinados nuevos, la noche puyutana ofreció esos raros colores. Todo fue por iniciativa de Matías Garrido.
"Había hecho una promesa sobre que si ascendíamos me teñía el pelo y lo cumplí, pero en el camino se fueron sumando otros y terminamos varios con el pelo de esta manera", relató Garrido, mientras juntaba a los 8 restantes valientes que su sumaron a la tintura.
Oscar Sainz, Martín Sambor, Cristian Pérez, Santiago Ceballos (fuera de la foto), José Sánchez, Tomás Salinas, Emmanuel Campo, Darío Rodríguez y por supuesto Garrido. En la foto se agregó Augusto Alvarez, que por ser rubio estaba al tono. Además de este grupo, Ariel Barth se retocó con el pincel unos pelos de su nuca, que luego mostró y dijo "mirá, yo también me teñí".


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