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viernes, 24 de junio de 2011

Encontró el antídoto para superar al oficio

Los manuales del fútbol son claros: tocar por abajo, hacer correr la pelota y no al jugador. Evitar perder la pelota con comodidad y, destaca en todo momento, evitar el juego aéreo porque facilita el trabajo del rival. Esos libros seguro que para esta Promoción, por llegar a la B Nacional, no ocupan un lugar en la biblioteca puyutana. O quizá empezó a escribir su propio manual al ritmo que escribe su historia. Porque el miércoles le ganó a San Martín de Tucumán con centros, pelotas llovidas o juego aéreo. Cualquiera de estos términos definen cómo complicó y superó al Santo.

Desamparados encontró el antídoto para superar al oficio y con algo tan simple como negado, abrió una defensa y un esquema con mucho oficio y partidos encima como el de Pedro Monzón. ¿El antídoto? Centros al corazón del área. La solución ideal para derrocar una estructura y desde ahí desarmar el planteo tucumano. Emmanuel Reinoso se hizo fuerte donde las definiciones abundan pero no se concretan. Ganó en las alturas tres veces seguidas y más allá que en ninguna tuvo final feliz, San Martín se empezó a impacientar.

Fue la fórmula para frenarlos. Porque desde el inicio del encuentro marcaron diferencias. El cambio de ritmo, la lucha mano a mano, el trato con la pelota y la forma que ocupar los espacios. Es decir ese oficio con el que los Santos llegaron a San Juan y que lo pusieron a la vista. Pero de a poco Desamparados le puso la piedra en el camino y lo que insinuaba lo concretó a las 30 del primer tiempo. Tiro de esquina y gol de Lisandro Beratz. Todo lo que intentó lo concreto y fue clave para ponerle ‘stop‘ al ideal tucumano.

Todo lo bueno que ellos hicieron, lo perdieron cuando Desamparados encontró y sacó factura de su antídoto. Luego todo se emparejó. Lamberti puso esa vitamina H para batallar, Garrido encontró la pelota, y lo fundamental, la dupla Barth-Beratz para frenar en el fondo y darle seguridad al resto. Empezó así a desnudar las falencias de San Martín, que se quedó sin reacción y en esa batalla sin ideas fue cuando a Sportivo lo llamaron a su juego y del que saca el mejor provecho.

Incluso pudo aumentar, siempre con centros, su arma con la que apuñaló a la visita. Sobre el final se quedó sin piernas tras el enorme desgaste y cuidó ese gol. Sacó ventaja y lo mejor, ahora sabe con que antídoto herir al rival. 

Amenazas a Monzón
El plantel de San Martín volvió ayer a Tucumán, se entrenó en el estadio pensando en la revancha del domingo contra Desamparados de San Juan, y quedó concentrado a la espera del cotejo que debe ganar para no perder su lugar en la B Nacional. A la vez, el técnico Pedro Monzón denunció haber recibido algunas amenazas, debido al mal momento que atraviesa el equipo. “Me mandan mensajitos de texto y me llaman por teléfono, pero yo los ignoro y no tengo miedo”, comentó Monzón al término de la práctica realizada en el estadio La Ciudadela, haciendo públicas algunas amenazas que recibió en los últimos días.

Monzón trató de restarle importancia a las amenazas al sostener que “no me preocupa, ando solo en la calle y voy a entrenar sin problemas”.

“Queremos que San Martín se quede en la B Nacional. Trabajamos todos los días para eso y ando con la cabeza levantada porque no le hago mal a nadie”, resaltó. Para la revancha contra los sanjuaninos está en condiciones de volver a jugar Gabriel Bustos y no se descarta el posible regreso de Pablo De Muner, recuperado de una lesión.
 

Fuente: Diario de Cuyo 

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