Fueron 2.582 días de esperanzas, ilusiones y también frustraciones. Fueron 7 años y 27 días para llegar desde el Argentino B a la Primera B Nacional, reinstalándose en la cartelera del Argentino A con nombre propio y protagonizando gestas que quedaron en las retinas de propios y extraños. Finales, penales, escándalos. Todo el país en colectivo y siempre la misma camiseta; ser el orgullo de San Juan.
Hoy, está lejos aquel 29 de mayo de 2004 en el que Desamparados certificaba su regreso al Argentino A tras haber tocado fondo en San Juan, con el dramático descenso a la B sanjuanina, hecho que demandó dos temporadas y hasta una final perdida para volver a empezar. Ese sábado 29 de mayo, el rival fue Rosario Puerto Belgrano al que el domingo anterior Sportivo había goleado en Punta Alta 4-0. Ese sábado fue de gloria y desde ese momento del ascenso, empezó a escribirse una historia singular que llegó hasta este 26 de junio en Tucumán.
En aquella primera temporada, la continuidad de un ciclo exitoso como el de Ricardo Dillon le dio envión a Desamparados para llegar incluso a la final del Apertura en el Argentino A. el rival fue Ben Hur de Rafaela y la serie fue amarga para Sportivo con dos derrotas. Pero ya había hecho pie en la divisional y empezó el protagonismo. En 2005 no hubo fortuna para llegar más lejos y Luján de Cuyo fue el verdugo eliminándolo de la fase con un polémico gol de Emiliano Romay, que derivaría luego en el incidente de Dillon con el asistente Marcelo Lapheire y su suspensión posterior por un año. Llegó el 2006 y llegaría a la vida de Sportivo Mauricio Magistretti, encabezando un ciclo en la segunda parte del año que terminaría con el gran festejo del 21 de diciembre al vencer a Santamarina de Tandil en la final del Apertura.
Toda la primera parte del 2007 fue esperar la final para ascender pero no se daría nunca. La denuncia conjunta de Juventud Unida de San Luis e Independiente Rivadavia de Mendoza, acusando a Sportivo de arreglar el empate 0-0 con San Martín de Mendoza tuvo eco en AFA y Desamparados se quedó sin chance de jugar final por subir y tuvo que jugar Promoción por quedarse. El rival inesperado fue Maipú de Mendoza y zafó.
Volvió Dillon en 2008 y fue otro ciclo importante. Tanto que llegó a estar a solo un gol de verse las caras con Atlético Tucumán por el ascenso pero Racing de Córdoba se lo arrebató. Volvieron a Magistretti en medio de una campaña muy bien encaminada pero polémica por un incidente de Dillon en Mendoza y el equipo se desmoronó. Tanto que llegó con plantel dividido a la fase final y ahí, lo eliminaron. Llegó a la vida de Sportivo, Jorge Vázquez. El Gallego duró apenas 6 partidos y hubo un regreso a las fuentes para reorganizar la estructura. En 2010, llegó Darío Tempesta y empezó a gestarse este equipo que por fin podría cerrar el círculo de una B a la otra B.
Empezó muy bien en el segundo semestre del 2010 pero Tempesta se fue y el interinato de Herrera le dio paso a Alberto Naveda, un técnico nuevo que se fue antes para que Daniel Garay y sus colaboradores le dieran forma a una nueva estructura que sin lujos pero con confiabilidad, logró después de 7 años, poner a Desamparados en la Primera B Nacional.
Hoy, está lejos aquel 29 de mayo de 2004 en el que Desamparados certificaba su regreso al Argentino A tras haber tocado fondo en San Juan, con el dramático descenso a la B sanjuanina, hecho que demandó dos temporadas y hasta una final perdida para volver a empezar. Ese sábado 29 de mayo, el rival fue Rosario Puerto Belgrano al que el domingo anterior Sportivo había goleado en Punta Alta 4-0. Ese sábado fue de gloria y desde ese momento del ascenso, empezó a escribirse una historia singular que llegó hasta este 26 de junio en Tucumán.
En aquella primera temporada, la continuidad de un ciclo exitoso como el de Ricardo Dillon le dio envión a Desamparados para llegar incluso a la final del Apertura en el Argentino A. el rival fue Ben Hur de Rafaela y la serie fue amarga para Sportivo con dos derrotas. Pero ya había hecho pie en la divisional y empezó el protagonismo. En 2005 no hubo fortuna para llegar más lejos y Luján de Cuyo fue el verdugo eliminándolo de la fase con un polémico gol de Emiliano Romay, que derivaría luego en el incidente de Dillon con el asistente Marcelo Lapheire y su suspensión posterior por un año. Llegó el 2006 y llegaría a la vida de Sportivo Mauricio Magistretti, encabezando un ciclo en la segunda parte del año que terminaría con el gran festejo del 21 de diciembre al vencer a Santamarina de Tandil en la final del Apertura.
Toda la primera parte del 2007 fue esperar la final para ascender pero no se daría nunca. La denuncia conjunta de Juventud Unida de San Luis e Independiente Rivadavia de Mendoza, acusando a Sportivo de arreglar el empate 0-0 con San Martín de Mendoza tuvo eco en AFA y Desamparados se quedó sin chance de jugar final por subir y tuvo que jugar Promoción por quedarse. El rival inesperado fue Maipú de Mendoza y zafó.
Volvió Dillon en 2008 y fue otro ciclo importante. Tanto que llegó a estar a solo un gol de verse las caras con Atlético Tucumán por el ascenso pero Racing de Córdoba se lo arrebató. Volvieron a Magistretti en medio de una campaña muy bien encaminada pero polémica por un incidente de Dillon en Mendoza y el equipo se desmoronó. Tanto que llegó con plantel dividido a la fase final y ahí, lo eliminaron. Llegó a la vida de Sportivo, Jorge Vázquez. El Gallego duró apenas 6 partidos y hubo un regreso a las fuentes para reorganizar la estructura. En 2010, llegó Darío Tempesta y empezó a gestarse este equipo que por fin podría cerrar el círculo de una B a la otra B.
Empezó muy bien en el segundo semestre del 2010 pero Tempesta se fue y el interinato de Herrera le dio paso a Alberto Naveda, un técnico nuevo que se fue antes para que Daniel Garay y sus colaboradores le dieran forma a una nueva estructura que sin lujos pero con confiabilidad, logró después de 7 años, poner a Desamparados en la Primera B Nacional.
Fuente: Diario de Cuyo
No hay comentarios:
Publicar un comentario