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jueves, 19 de mayo de 2011

Cuando querer es poder

Todo es posible. Absolutamente todo. Y si no habría que detenerse solamente en esos insultos y reproches que cambiaron a aliento y euforia en apenas 5 minutos. Porque ese fue el tiempo que necesitó Sportivo Desamparados para revertir la desventaja, ponerse otra vez en carrera y demostrar que cuando se quiere, siempre se puede. Es que hasta los 30' del complemento perdía ante Unión de Mar del Plata y su obligación para la revancha, además de ganar, era hacerlo por más de un gol. Parecía imposible. Pero la mística que gobierna Puyuta sabe de milagros y anoche asistió a algo muy parecido. Es que el comienzo para Desamparados no podía haber sido peor: Unión golpeó feo en la primera que tuvo porque a los 9', el goleador Gonzalo Klusener aprovechó un error de Corvalán en el cierre y enmudeció a Puyuta con su primer gol. Y claro, como para completar el nefasto arranque de Sportivo en una noche en la que no podía ni siquiera empatar, a los 21' otra vez Klusener se hizo presente para aprovechar un rebote en el área y duplicó la inmerecida ventaja marplatense. Sportivo intentó sacudirse. Lo empujó su amor propio y a los ponchazos llegó al descuento a través de Reinoso. El 1-2 pareció reencender la esperanza pero hubo que esperar un largo rato para que se concretara.

En la segunda parte, Desamparados se jugó a matar o morir. Con tres puntas, buscó llegarle a Unión pero el equipo de Mar del Plata se fue refugiando excesivamente y le permitió a Sportivo un dominio total pero inofensivo. Era ir como fuera, meter centros, repetirse pero insistir. Hasta que a los 32' llegó una infracción en tres cuartos de cancha y el mérito de los jugadores puyutanos fue jugar rápido y sorprender. Tanto que hasta los propios defensores de Unión quedaron mal a traspié que Vega se llevó la pelota por delante y puso el 2-2 de la esperanza para los sanjuaninos.

Lo mejor estaba por venir y en apenas 5 minutos. Cristian Pérez tuvo la chance de la gloria, pero definió débil cuando el arquero ya estaba en el piso. Parecía que no quería entrar. Pero de esa jugada llegó el córner desde la izquierda y la decisión de Beltramella, el arquero de Unión, de salir a buscar muy lejos del arco. No la sacó bien, le quedó servida a Matías Garrido para que definiera con sutileza. Era el delirio. El milagro. Sportivo, ese mismo que apenas 5 minutos antes caminaba por la impotencia y casi la resignación, había sacado fuerzas de flaquezas y revirtió la historia. Su propia historia. Ahora, con actitudes así, todo es posible.

Reinoso se lo pierde
El goleador Emanuel Reinoso llegó anoche a la quinta amarilla y se perderá la revancha, mientras que Mauricio Del Cero está en condiciones de reaparecer en la defensa.

Las Claves
1- Reacción. Desamparados tuvo como gran mérito su enorme amor propio para dar vuelta una historia aún con todas las limitaciones a cuestas.
2- Libreto. Sportivo intentó con todo lo que tenía. Probó variantes, buscó por los costados y aún sin jugar del todo bien, tuvo su recompensa.
3- Sorpresa. Unión llegó muy poco y fue demasiado contundente. En la primera parte hizo su ventaja y luego se refugió exageradamente y lo pagó.

Protagonistas
Matías Garrido
"Por suerte me quedó para la zurda (en el tercer gol), gracias a Dios, y entró a pesar que veía muchas cabezas en el área. Lo merecíamos, porque este equipo siempre deja todo".
Hernán Lamberti
"Fue un esfuerzo enorme y lo importante era ganar sin importar la diferencia. Nos encontramos 2-0 abajo por un par de desconcentraciones y demostramos que queremos salir adelante".
Omar Díaz
"Entramos un poco desconcentrados, pero el equipo sacó esas ganas de ganar. Ahora vamos a ir a Mar del Plata a buscar la clasificación. La gente estaba con bronca, pero somos humanos".

De la pesadilla a un sueño en 6 minutos 
Terminó siendo de esos partidos en que el fútbol demuestra el encanto de sus misterios. Porque la impaciencia de los hinchas se empezó a notar en serio casi a los 30 minutos del complemento, cuando Desamparados caía 1-2. Los lamentos de los más que flojos 25 minutos de juego en el arranque del partido pasaban la peor factura cuando los cantitos del "que se vayan todos" que había nacido en la cabecera norte se extendió a la platea este, como vaticinio de que estaba sentenciada la temporada del equipo.

Llegó el empate, tras la viveza de Lamberti para ejecutar el tiro libre y la ayuda de la defensa rival, el gol que no fue en el mano a mano de Cristian Pérez con el arquero de Unión, que se golpeaba el pecho eufórico por haber evitado la caída y luego el gol, en la jugada siguiente, tras la mala salida del mismo cuidapalos que derivó en el enorme zurdazo de Garrido que se clavó casi en el ángulo para estampar el 3-2 que significó toda en la explosión de alegría en el Serpentario. Todo eso, en apenas 6 minutos.

Daniel Garay, el DT, reconoció que Desamparados ganó el partido "con el corazón, aunque en el aspecto del juego no fue de lo mejor". Para el entrenador el equipo jugó "muy confiado en los primeros 25 minutos y el primer gol recibido significó problemas de concentración, pero logramos la reacción suficiente.

La revancha se disputará en Mar del Plata el próximo domingo a partir de las 19.30 y Desamparados logrará la clasificación a la siguiente fase con lograr un empate, ya que si Unión gana, pasará por haber quedado mejor ubicado en el Nonagonal. Garay señaló que la forma en la que se ganó el partido de ayer es una inyección anímica extra y que la apuesta será jugar el partido de vuelta "lo más lejos posible de nuestro propio arco". Al momento de las declaraciones, la gente ya había dejado el estadio. Los lamentos mayores, no haber marcado otro gol de diferencia. Las sonrisas, imborrables.

Fuente: Diario de Cuyo

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