La decisión estaba tomada. Antes de que empezara el partido del domingo frente a Brown de Madryn, José Sánchez y Guillermo Guerrero estaban afuera de Sportivo Desamparados por indisciplina (habían sido sorprendidos en un local bailable cuando estaba expresamente pautado que no estaba permitido). Es más, estaban redactadas las rescisiones de contratos y firmadas las liberaciones de pases pero con el trascendental triunfo ante el puntero, todo cambió. Sus propios compañeros intercedieron ante los dirigentes ese mismo domingo para que Sánchez y Guerrero se quedaran. Accedió la dirigencia pero imponiéndoles a ambos una fuerte multa económica, sanción que fue aceptada por los futbolistas y por el plantel. Con eso, se cerró un capítulo incómodo para todos en Puyuta, priorizando -según explicó el presidente Miguel Jofré- el buen ambiente y el momento deportivo que se generó tras el triunfo de la fecha pasada. ‘Lo teníamos decidido pero los jugadores nos pidieron que reconsideráramos el tema. No quisimos perturbar el muy buen clima interno que generó ganarle a Brown y optamos por una multa. Creímos que era lo oportuno y esperemos que no se repita una situación así porque no es cómodo para nadie. Está terminado el tema y ahora tenemos que enfocar toda nuestra energía en ir a Tres Arroyos y ganar‘, confesó Jofré poniéndole punto final al tema.
SIN PUNTAS
El oportunismo de la decisión de darles otra chance a Sánchez y Guerrero no pudo ser más exacto ya que ayer se confirmó que el jachallero Cristian Pérez tiene un desgarro fibrilar en posterior derecho y al menos se perderá el partido de este domingo en Tres Arroyos frente a Huracán. A la ausencia de Pérez se le suma la expulsión de Emanuel Reinoso, quien recibió la segunda amarilla tras los incidentes en el final del partido contra Brown y tendrá al menos una fecha. Con este panorama, al técnico Garay se le redujeron las opciones ofensivas contando con menos alternativas para armar el ataque.
Fuente: Diario de Cuyo
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