La victoria del domingo pasado cambió todo. Cuando el Puyutano había arrancado con el pie izquierdo en las dos primeras fechas del nonagonal final, haciendo que la chance por llegar a la B Nacional se viera disminuida notablemente, llegó la alegría y la revancha ante Guillermo Brown de Puerto Madryn.
El triunfo inobjetable, aunque haya sido por la mínima diferencia y en el Serpentario, abre otro para Desamparados de cara al fututo. Ahora, es uno de los siete líderes que tiene el campeonato, y de aquí hasta el final promete ser apasionante la definición por saber quien dará el salto de categoría.
El Víbora, sin lucir demasiado, volvió a ser el equipo del primer semestre, ese que no aplastaba a los rivales, pero que en base al orden defensivo, no pasaba sobresaltos y cuando podía llegaba y daba el golpe para quedarse con los tres puntos. Ante La Banda se vio ese equipo. No fue superado y se quedó con tres puntos claves. Primero porque fue ante un rival de categoría, que a San Juan llegó con los pergaminos de ser el mejor, y después, porque ante su gente se recuperó y la confianza volvió al mundo víbora.
Ahora está otra vez en carrera. Quedan cinco finales, no es un camino sencillo. De hecho, para tener serias aspiraciones deberá meter tres partidos de esos, de los cuales serán dos en casa y tres afuera.
El domingo que viene tendrá que visitar a Huracán de Tres Arroyos. El equipo bonaerense suma apenas una unidad, pero jugando en su estadio buscará levantarse, sabiendo que ha cumplido con fecha libre y tiene un juego menos que la mayoría de los punteros.
El Globo ya perdió en condición de local en el debut del nonagonal, y Desamparados deberá buscar intentar repetir, para que el sueño se siga agrandando.
El triunfo inobjetable, aunque haya sido por la mínima diferencia y en el Serpentario, abre otro para Desamparados de cara al fututo. Ahora, es uno de los siete líderes que tiene el campeonato, y de aquí hasta el final promete ser apasionante la definición por saber quien dará el salto de categoría.
El Víbora, sin lucir demasiado, volvió a ser el equipo del primer semestre, ese que no aplastaba a los rivales, pero que en base al orden defensivo, no pasaba sobresaltos y cuando podía llegaba y daba el golpe para quedarse con los tres puntos. Ante La Banda se vio ese equipo. No fue superado y se quedó con tres puntos claves. Primero porque fue ante un rival de categoría, que a San Juan llegó con los pergaminos de ser el mejor, y después, porque ante su gente se recuperó y la confianza volvió al mundo víbora.
Ahora está otra vez en carrera. Quedan cinco finales, no es un camino sencillo. De hecho, para tener serias aspiraciones deberá meter tres partidos de esos, de los cuales serán dos en casa y tres afuera.
El domingo que viene tendrá que visitar a Huracán de Tres Arroyos. El equipo bonaerense suma apenas una unidad, pero jugando en su estadio buscará levantarse, sabiendo que ha cumplido con fecha libre y tiene un juego menos que la mayoría de los punteros.
El Globo ya perdió en condición de local en el debut del nonagonal, y Desamparados deberá buscar intentar repetir, para que el sueño se siga agrandando.
Fuente: Diario el Zonda
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