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martes, 16 de noviembre de 2010

El alto precio de perdonar tanto

El empate contra Racing no fue un resultado más para Sportivo Desamparados jugando en San Juan. Se convirtió en el primer empate que consigue como local, en una serie de 6 presentaciones en Puyuta. Un punto que no resta pero que tampoco suma porque es una realidad estadística que en el Argentino A, es clave ser muy fuerte como local para afirmar ahí las pretensiones de lograr objetivos grandes, considerando que ir de visitante no es cómodo para nadie y que sumando lo que se pueda afuera, es más fácil acercarse al gran objetivo.

Hasta el momento, Desamparados cosechó 10 de 18 puntos posibles como local. Fue verdugo de Juventud de San Luis, Alumni de Villa María y de Estudiantes de Río Cuarto, mientras que Deportivo Maipú de Mendoza y Talleres de Córdoba fueron los que se dieron el gusto de ganar en San Juan. Solamente Racing se convirtió en el único que no ganó pero que tampoco perdió en el Serpentario y para Sportivo Desamparados, esa igualdad fue castigo para su falta de definición. Es que aún sin la lucidez como para superar notoriamente a un rival que se limitó a esperarlo ordenadamente, cerrándole los circuitos que se generan a partir de los encuentros entre Garrido y Lamberti, Desamparados mereció algo más pero no le alcanzó. Su punto débil está en la contundencia: llega pero no convierte. Las razones merecen el análisis de todos los involucrados: cuerpo técnico y jugadores. Si las duplas ofensivas elegidas por Tempesta no está en discusión. Tal vez el planteo, las variantes, las opciones extra sean el eje de la discusión. ¿Si Lamberti y Garrido no pueden generar, quién hace jugar al resto? Esa es la pregunta. Que Miguel Guirado o Alfredo Ramírez Silva, que intentar con otro modelo con un enganche. Todo es valedero. Todo es analizable. Pero lo bueno es que en Desamparados hay variantes y su entrenador lo sabe muy bien. Queda torneo, queda tiempo y en diciembre, abrirá una nueva etapa con la posibilidad de incorporaciones. Ahí estará la clave tal vez para resolver este momento en el que genera pero perdona.

Fuente: Diario de Cuyo

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